Un reciente estudio del Instituto Nacional de Consumo ha revelado que nuestros hogares, todos sin excepción, son los lugares más peligrosos con los que en nuestra cotidiana actividad, doméstica o de ocio, nos enfrentamos ya que acumulan alrededor de un sesenta por ciento del total de accidentes de este tipo en España, desde luego la mayoría de ellos por imprudencia o azar...
Total, que uno debería mirar de reojos a su propia casa, incluso a la de algún vecino que frecuente, ya que en ella nos aguardan las desagradables sorpresas y las negativas consecuencias de quemaduras, caídas, cortes, pinchazos, torceduras, fracturas y un largo etcétera cuya enumeración huelga por ser bien conocidas las causas por los lectore del Blog.
Tiene lógica, desde luego, que el mayor porcentaje de estos accidentes domésticos lo acapare la mujer frente al hombre, ya que todavía nuestra sociedad otorga el papel de ama de casa a las féminas, que suelen sufrir estos accidentes en la cocina, aunque hasta los cuarenta ycinco años - tal vez por aquello de que "de los cuarenta para arriba, no te mojes la barriga" - son los varones los que sufren más percances de este tipo, especialmente derivados de las excursiones en bicicleta, de las "chapuzas" o del bricolage y de esos partidos de fútbol, en cualquiera de sus modalidades, entre casados y solteros o entre vecinos, donde suele ponerse de manifiesto que es verdad eso de que hay edades para todo..."
De todas formas, en todos los casos el reconocimiento es unánime: la principal causa de este tipo de lesiones, que tanta incidencia laboral y por supuesto familiar acarrean, es la de la imprudencia y la distracción, así es que ya lo sabe, amigo lector, ¡mucho ojo cuando se encuentre en casa, donde le aguardan mil peligros...!
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