La sentencia de un juzgado de Sevilla que exonera a los periodistas Francisco Rosell, director de la edición andaluza de El Mundo y a su redactor jefe, Javier Caraballo, de la querella presentada contra ellos y otras personas más por el supuesto delito de injurias graves con publicidad, en el llamado caso de espionaje de las Cajas de Ahorros sevillanas, viene sin duda a consagrar, una vez más, la libertad de expresión y a resaltar el valor que, en una sociedad democrática, tiene el ejercicio libre y sin cortapisas del periodismo.
Según se anuncia, los demandantes, el Presidente de la Junta de Andalucía y Secretario General del PSOE en nuestra comunidad autónoma y el Secretario de Organización del citado partido, ya han anunciado su intención de recurrir, por profunda discrepancia con el contenido de la sentencia, este fallo judicial y naturalmente están en su derecho, pero por otra parte y junto a otros testimonios de adhesión a los ahora exculpados, a quienes en su momento se les impuso una fianza sin precedente, tambien la Asociación de la Prensa de Sevilla ha hecho público un comunicado en el que se congratula de la decisión de su Señoría y manifiesta su satisfacción por lo que el mismo representa de defensa de la libertad de expresión y apoyo al libre ejercicio de la profesión periodística.
Y no es malo que esto ocurra, es decir, que por los tribunales se respalde una información veraz y basada en la investigación periodística, pues de esta forma se contribuye a la trasparencia de la actividad pública y al conocimiento, por parte de los ciudadanos, de la actuación de quienes detentan cualquier cargo político con repercusión en la sociedad.
Nos alegra por ello la resolución dictada y vaya desde aquí nuestro abrazo y felicitación a quienes se han visto absueltos del delito que se les imputaba...
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