Susana tiene...un marrón

Sin entrar para nada en los datos de su curriculum que la sitúan desde siempre en el Partido, sin que se le conozcan otras actividades profesionales aparte de la política, quiero concederle a la nueva presidenta de nuestra Comunidad como es de suyo obligado el beneficio de la duda en cuanto a su capacidad para la gestión ya que en lo que se refiere al gobierno con mano firme de las estructuras internas de los socialistas, durante la última etapa de su padrino Griñán, bien que ha dejado estela de probada autoridad para ir amoldando la organización a sus ideas y proyectos...

Y además es práctica habitual, aceptada por todos, que a quién llega a un cargo para ejercerlo durante un tiempo determinado hay que otorgarle por obligada cortesía esos cien días de margen de confianza, antes de iniciar el análisis de la gestión que haya podido llevar a cabo durante ese período inicial al frente de la responsabilidad de que se trate, en este caso nada menos que la presidencia de la Autonomía andaluza en la que, para colmo, la señora Díaz tiene que tratar de gobernar con acierto y convivir con las ideas y proyectos de sus socios de Izquierda Unida en el Ejecutivo...

Precisamente por eso y por el cúmulo de encausados, imputados y presuntos culpables de la trama de los ERE, a lo que viene ahora a añadirse el creciente escándalo de la central sindical socialista de la Unión General de Trabajadores, especialmente en lo que a su organización andaluza se refiere, he dedicado este comentario a la dificultad añadida con la que la Presidenta de Andalucía se ha encontrado nada mas llegar, que sin duda puede marcar para el futuro no solo su gestión al frente de la Autonomía sino afectar muy seriamente la confianza de los ciudadanos en el partido en el que ella milita y que ahora, como Secretaria General, gobierna...

Un buen marrón, sin duda.