martes, diciembre 17, 2013

Denunciar y especular sin conocimiento de un asunto...

Denunciar antes de comprobar, especular sin tener conocimiento del asunto, emitir juicios casi siempre temerarios e infundados simplemente por la posibilidad de opinar y dejándose llevar por los criterios ideológicos propios o por las manías hacia determinadas personas o cargos públicos es algo que se ha puesto de moda en España y que cada día, lamentablemente, podemos comprobar solo con conectar el receptor de radio o asomarnos a la pequeña pantalla de la televisión, espacios en los que esta moda nacional está plenamente vigente...

Claro que también en la información escrita, en la prensa no solo la tradicional sino también y en mayor medida incluso en la digital, a lo anterior se debe añadir la posibilidad de que, sin control alguno por lo que se ve, el destinatario de la información, es decir, el lector, partiendo en la mayoría de los casos desde un rechazable anonimato, se dedique a exponer igualmente su opinión sobre el asunto que sea - tanto divino como humano, que a la postre parece dar lo mismo - y en casi todas las ocasiones - la excepción por desgracia es lo contrario - lo haga insultando impunemente a personas y entidades, amparado ya digo por la condición de personaje incógnito que le ofrece esta nueva forma de expresión.

Y eso es lo que hay, guste o no, y parece que a nadie y mucho menos a quienes ejercen el oficio de informar y por supuesto a los emprearios del sector les preocupe lo más mínimo que así suceda y que, repito desde la impunidad absoluta de un anonimato tolerado, se menosprecie, se insulte, se difame, se ataque o su vitupere a una Institución, a una persona, a un grupo político o a una autoridad, simplemente por especulaciones y comentarios no contrastados y dejándose llevar por la manía particular de quién opina...

A esa perniciosa moda española - que digo yo que no será exclusiva nuestra - se le llama por algunos que de unos años a esta parte se han apuntado a la llamada progresía y por el conjunto de los denominados antisistemas, libertad de expresión para justificar semejante comportamiento y con eso, dicho está todo y todo vale.

¿También si de forma similar opináramos de sus respectivas madres...?

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