Esa sería la señal inequívoca de que, de verdad, la llegada un año mas de la Navidad ha servido para que todos tomemos conciencia del deber de solidaridad y ayuda con quienes mas lo necesitan. Con los enfermos, que esperan una palabra de consuelo en sus dolencias y un mensaje de esperanza sobre su recuperación. Con los que no tienen trabajo, a quienes deberíamos intentar buscar un empleo o hacer patente su tremenda situación ante autoridades y empresarios. A los sin techo, para proporcionarles un cobijo digno. A aquellos que temen ser expulsados de su hogar por no haber podido hacer frente a la hipoteca que concertaron con una entidad bancaria. En definitiva, a todos cuantos a nuestro alrededor lo están pasando mal y tantas veces los ignoramos o tratamos de olvidar que existen...
Si así fuera, la Navidad no se quedaría en los villancicos, ni en los belenes, ni en los turrones, ni en las guirnaldas de luces que adornan, por estas fechas, nuestras calles y plazas. Sería, eso si, la oportunidad de que tanta frase de felicitación, tantas buenas palabras se convirtieran en realidad, al menos por unos días entre nosotros y que lo significó el nacimiento de Jesús en belén, para toda la humanidad, se haga presente en nuestras vidas y en las de tantos como lo necesitan.
Desde ese espíritu y con ese deseo que esta noche santa, la que el tradicional villancico alemán ha bautizado en el mundo entero como Noche de Paz sea de verdad así, ¡¡Feliz Navidad a todos los lectores de este veterano Blog!!...
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