lunes, diciembre 31, 2012

Que el "trece" no responda a su halo fatídico...

Aunque en Jerez la única vez que tocó el "gordo" de Navidad correspondió a un trece mil  lo cierto es, como todos ustedes saben muy bien, que el númerito se las trae y que los supersticiosos no quieren ni verlo ya que lo consideran un signo de mala suerte del que hay que huir como de la peste, así es que la llegada del año que a las cero horas de hoy comienza, es contemplada con indudable desconfianza por todos aquellos que ven en dichos guarismos unidos - el uno y el tres - el anuncio de todos los males del universo que son capaces de imaginar...

Claro que lo inevitable es que tras el año doce de la era venga el siguiente (doce mas uno, que también los hay que ni siquiera lo nombran, por si acaso) así que guste o no, eso es lo que hay que diría seguro un amigo mío que tiene esa frase como una de sus expresiones predilectas y a aguantarse toca.

Pero como la esperanza es lo último que se pierde, quede nuestro deseo de que trece o no, el año sea siquiera como el que se acaba, pues los hay "optimistas" que ya le auguran que mejorará en mucho lo acontecido en el que se nos marcha -y en buena hora - por lo que mejor confiar que hacer caso a estos augures improvisados, entre los que no faltan economistas, analistas financieros, políticos de tres al cuarto, sindicalistas de toda la vida y toda esa ralea que mientras peor vaya la cosa, mas contentos que unas pascuas...

Así que "Trece", espabílate que te esperan con las uñas afiladas y para colmo los de las supersticiones ni te quieren ver.

No hay comentarios: