jueves, diciembre 27, 2012

El "petardo" de los petardos.

Lo hemos denunciado en diversas ocasiones anteriores y normalmente en esta época del año en que festejamos la Navidad, la despedida de un año y la llegada de otro y naturalmente la entrañable fiesta de los Reyes Magos y hemos insistido en que como la Policía Municipal no tome cartas en el asunto, difícil solución tiene este problema que nos afecta a todos los ciudadanos, ya que por muchos productos de este tipo que se requisen en determinados establecimientos, mas son los que bajo cuerda los tienen a la venta y los proporcionan a cuantos clientes se interesan por ellos...

Y así, un año y otro, el estruendo de la explosión de los petardos o de los cohetes nos sobresalta a todos, interrumpe el sueño de quienes ya se han retirado a descansar, a buenas horas de la noche, proporcionan no pocos sustos a los imprudentes que no saben manejarlos con las debidas precauciones y siguen siendo la molesta y recurrente diversión no solo de muchos niños, algunos de ellos incentivados por sus propios estúpidos progenitores, sino de numerosos adultos que los jalean, les compran el material pirotécnico y se creen - quizá por su escasa materia gris - que las Fallas se pueden reproducir en cualquier parte y en cualquier mes del año, aunque la festividad de San José quede algo lejana.

Y si en las pasadas Navidades esto de los petardos aquí en Jerez ha sido un auténtico e insoportable petardo al que al parecer nadie ha querido ponerle coto, mucho nos tememos - ya que esta fiesta tal vez se preste mas a ello - que en el fin y la entrada de año el ruido tendrá un especial protagonismo en la ciudad, sin que las autoridades competentes en la materia se tomen la menor molestia en evitarlo y sancionarlo. Y es que al parecer la confusión de mucha de nuestra gente con las libertades que nos otorga la Constitución y eso del respeto a los demás en lugar de ir disminuyendo cada día se hace mas patente...

Así que prepárese usted, amigo lector, a ir dando saltitos por la calle, cuando un niñito jaleado por sus mayores o en muchos casos un niñato le lance a sus pies el inocente petardo que ha podido adquirir con absoluta impunidad, aunque su venta esté terminantemente prohibida.

No hay comentarios: