sábado, octubre 20, 2012

Los "quemacuras"

Prometedora juventud esta que al grito de "donde están los Curas que los vamos a quemar" se dedican, en un democrático ejercicio de su pacifismo a irrumpir violentamente en un Colegio de Mérida, religioso desde luego, para protestar por las medidas que el Gobierno ha venido adoptando en los últimos meses en el campo de la enseñanza, secundando así las protestas que ¿libremente? han protagonizado por toda España centenares o miles de estudiantes - la cifra está sometida naturalmente a la imprecisión que sobre la misma nos han trasladado los Medios de Comunicación tal vez basadas en las discrepancias de las informaciones facilitadas por organizadores, Policía y representantes del Ejecutivo... -

Ilusionante, ya digo, la actitud de estos jóvenes, algunos de ellos por cierto militantes de Izquierda Unida en la comunidad extremeña donde su formación política hace posible que gobierne el Partido Popular, pues con su comportamiento cívico y responsable, con la corrección demostrada en su invasión de un centro docente, donde por cierto reciben formación centenares de iguales a ellos por edad y por el nivel de estudios - si es que acaso los "quemacuras" estudian algo - han venido a patentizar como España, después de setenta años, ha logrado superar las secuelas de aquella trágica contienda civil que enfrentó a unos españoles con otros, gracias sobre todo al esfuerzo desplegado por los gobiernos presididos por un tal Zapatero.

Por eso, ante hechos como el que nos ocupa, que tienen lugar cuando casi tres cuartos de siglo después parecería lógico y normal que la división originada por aquella guerra no solo se hubiera superado sino desde luego olvidado para siempre jamás, uno no puede por menos que lamentar que por iniciativa propia - hecho siempre dudable - o manipulados indecentemente por quienes han hecho del odio, del rencor y de la venganza su mejor arma política estos defensores de la enseñanza de calidad, de la igualdad de oportunidades, del progreso de la sociedad, del diálogo, la convivencia y la concertación - ¿o no? - campen a sus anchas por nuestra geografía, alterando la pacífica existencia de un Colegio regentado por los Salesianos...

Y eso, en una ciudad admirable donde Roma dejó impresa su huella en la noble piedra.

No hay comentarios: