El sueldo de los Parlamentarios.

El argumento manejado por PSOE e IU además de demagógico es sin duda injustificado ya que cuando se instituyó la Cámara andaluza nuestros diputados percibían tan solo dietas por asistencia a Plenos o reuniones concretas o eran retribuídos por sus propias formaciones políticas, por lo que manifestar que solo los ricos podrían dedicarse a la política además de ser una tésis articulada para movilizar a sus propias bases no deja de ser una auténtica e interesada falacia...

En una información, publicada por El Correo de Andalucía, sobre este debate, que acaba de iniciarse en Andalucía a instancias del Partido Popular y siguiendo la ruta marcada en Castilla la Mancha por la Secretaria General de dicho partido, se da a conocer que "según datos oficiales, los diputados cobran un sueldo base de 3.113,26 euros al mes pero todos ingresan más. La media ronda los 4.300 euros al mes. Cuentan, además, con un portátil y un móvil a cargo de la Cámara. Reciben ayudas de manutención que pueden ir de los 200 a los 500 euros mensuales. Los portavoces tienen un complemento de 965,48 euros. En julio, estos sueldos se recortaron un 6%. Si se aplicara la medida de Cospedal, se ahorrarían 5,7 millones del Presupuesto andaluz, que es la partida relativa a los salarios de los parlamentarios", por lo que el ahorro - si la medida se extendiera al resto de las Comunidades Autónomas - sería ciertamente importante y sentaría las bases para que finalmente también la clase política participara en la necesaria reducción del déficit. Que no todo va recaer sobre las espaldas de los demás ciudadanos.

Así que cunda el ejemplo de la Presidenta de Castilla - La Mancha, ábrase el debate sobre esta cuestión, extiéndase a demás organismos de la Administración del Estado, de las administraciones periféricas - Diputaciones y Ayuntamientos incluídos - y llévese igualmente a cabo en Congreso y Senado, donde hay mucha tela que cortar, que a lo mejor al ver el rersultado final nos llevamos todos una agradable sorpresa; claro está menos los afectados...

Y es que a lo hora de apretarse el cinturón si el apretón es compartido, muchos de los que claman por tomar el Congreso seguro que comenzarían a pensar de otra manera. Es, tan solo, escuchar la voz de la calle. Así de fácil.