El "Tío Pepe" debe seguir en la Puerta del Sol

Las obras de reforma del edificio sobre el que se encontraba instalado el anuncio, que en su día el propio Ayuntamiento de Madrid decidió salvar de la normativa que obligaba a la retirada de carteles luminosos en la capital de España, provocaron su desmontaje y consiguiente traslado a la nave donde debería ser restaurado, tras tantos años "presidiendo" la plaza donde se sitúa el kilómetro cero, pero ahora a dicha retirada temporal ha venido a sumarse la noticia de que el nuevo propietario de dicha edificación - una conocida multinacional - no quiere, o al menos eso es lo que se cuenta, que nuestro "Tío Pepe" siga allí, lo que naturalmente ha provocado una notable reacción en defensa de su continuidad en el lugar...

Y es que, como ya ocurriera con el célebre Toro de Osborne, la figura del "Tío Pepe", esa botella ataviada con sombrero de ala ancha y chaquetilla, ambas de color rojo, y la guitarra cruzada sobre la propia botella se ha llegado a convertir, con el paso de los años, en todo un emblema, una referencia no ya de un producto o de una firma, como González Byass, sino en un símbolo apreciado por todos, cuya presencia solo despierta simpatía y supone además toda una representación estética que los diseñadores que lo concibieron supieron plasmar en esa figura que ahora se quiere suprimir del corazón de Madrid.

Menos mal que ya han surgido iniciativas, incluso de cierta inmobiliaria que ha ofrecido otro edificio de su propiedad en la misma plaza, para que el anuncio de "Tío Pepe" siga presidiéndola y que naturalmente la Bodega a la que esta legendaria marca pertenece está muy dispuesta a defender su derecho histórico a permanecer donde hasta la fecha ha venido estando colocado este anuncio que sus creadores revistieron del eslogan "Sol de Andalucía embotellado", tan acertado por cierto como la propia figura de la "botella flamenca", así es que cabe confiar que definitivamente, de una u otra forma, este anuncio que, como ya he dicho, trasciende el ámbito de una promoción comercial para convertirse en un auténtico símbolo siga y por muchos años en todo lo alto de la madrileña Puerta del Sol...

Allí ha estado y allí debe continuar.