¿Nepotismo o enchufismo?

Miren ustedes, señores de la Junta. Mejor diría, mire usted, señor Vázquez, Portavoz del Gobierno andaluz, podrán llamarle como quieran o mejor les parezca, podrán insistir en la preparación de las personas designadas para los diferentes puestos, tanto por Izquierda Unida como por el PSOE, podrán tratar de intentar hacernos ver que lo negro es blanco, pero lo cierto y evidentes es que el nombramiento de familiares por parte de quienes ocupan un cargo se llama y ha sido llamado nepotismo, que por si no lo recuerdan - y como resumidamente dice el diccionario de la lengua española - es "desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las gracias o empleos públicos". ¿Estamos?...

Es decir, que no disculpa el abuso, como ha tratado de defender el Portavoz del gobierno de coalición formado por socialistas e izquierda unida, "ni que todos reunan los requisitos para desempeñar sus funciones", "ni que lleven mucho tiempo en política y que el hecho de que compartan apellido no les inhabilita para acceder a cargos de libre designación",  y por tanto "no es una exagereción mayúscula que no responda a la realidad" quedando manifiestamente claro que ·no se trata de una crítica demagógica, ni infundada, ni mucho menos intención aviesa y malsana de provocar", argumentos con los que se han defendido los nombramientos de varios familiares de los dirigentes de Izquierda Unida señores Centella, Mariscal y Meyer, del Portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez y del ex presidente Felipe González, según han denunciado tanto el Partido Popular como el parlamentario de la formación izquierdista, Juan Manuel Sánchez Gordillo.

Por eso no estaría mal que quienes han pedido la constitución de Comisiones de Investigación para la trama de los ERE se apresuraran a solicitarlo también para analizar, en sede parlamentaria, estos nombramientos que, al menos, hacen dudar sobre su adecuada nominación: ¿Nepotismo?. ¿Enchufismo, acaso?. De una u otra manera se le ha llamado siempre a esa perniciosa costumbre de "arrimar el ascua" a la sardina propia, en detrimento de la libre concurrencia e igualdad de oportunidades que debería presidir, siempre e indefectiblemente, el acceso a cualquier puesto de la Administración en cualquiera de sus niveles, diga lo que diga ahora el Portavoz del Gobierno de nuestra Autonomía para tratar de defender lo que sin duda es indefendible...