Que conste que no comparto, en muchos aspectos, el des-gobierno del Partido Popular en Jerez, que desde el pasado Junio hasta aquí sobre todo se ha distinguido - salvo muy escasas y honrosas excepciones - en echar balones fuera, pero que pocas soluciones ha aportado a la gravísima situación de asfixia que la ciudad padece, dejándose además poco menos que secuestrar por concentraciones ante la puerta del Consistorio, manifestaciones, protestas, cortes de calles, acampadas que atentan directamemnte contra la imágen de la ciudad, gritos y otras armas empleadas por quienes, en la mayoría de los casos, lo que reclaman es simple y sencillamente cobrar regular y completamente su salario...
Vamos, que durante estos últimos casi nueve meses - todo un embarazo - solo se han puesto parches y la acción de gobierno por llamarla de alguna manera se ha limitado, en buena medida, a sortear los asuntos cotidianos pero que no ha ido mas allá ni ha mostrado con claridad un proyecto de ciudad por el que merezca la pena trabajar.
Claro que eso de acudir a un pleno y como medida testimonial, ante los parados, los que no cobrar su salario, los que protestan o los sindicatos, como ha hecho hoy toda la oposición en pleno - Psoe, Foro e IU - no es en absoluto de recibo y debería ser recompensado - como ocurre en cualquier caso en la vida laboral - con no pagarles a dichos capitulares la parte proporcional de su asignación ya que si no curran tampoco deben cobrar.
De esta forma y como el derecho a la huelga existe, Concejal que no trabaje - que habrá que ver en que medida lo hacen quienes limitan su obligación a la asistencia a los Plenos municipales - que desde luego no perciba retribución alguna del Ayuntamiento que así, al menos, se ahorrará algunos euros que bien podrían servir para paliar la extrema necesidad de alguna de las personas que claman a las puertas de las Casas Consistoriales por el cobro de su salario.
Y si así se entiende la labor de oposición, mal desde luego lo tenemos con un gobierno que no gobierna y una oposición haciendo el Don Tancredo.
¡Que lástima de ciudad la nuestra!
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