Eso dicen, en voz alta, quienes en el mismo militan, tras espantadas, protestas mas o menos encubiertas, dimisiones y cierre de listas in extremis, para tratar de dar sensación de unidad inquebrantable que al personal no le gustan nada estos líos y ya se vió lo que acabó ocurriendo con aquella UCD que pilotó la transición y que ha sido, sin duda, uno de los proyectos políticos mas serios y válidos que en España hayamos tenido. Lástima que la cainita derechona se lo terminó cargando...
Pues eso. No vaya ahora a pasar lo mismo y como sea, a empujones para meter o sacar de las listas, cortando cabezas - en sentido metafórico se entiende - marginando a la vieja guardia o menospreciando a los jovenes lebreles hay que ofrecer al personal una imágen idílica que nos ayude a ganar las próximas elecciones, que si no, mal lo tenemos.
Claro que eso ha pasado antes en el otro bando y volverá a pasar mañana en este mismo o en sus opositores, pues parece inevitable cuando de poder político se trata y, sobre todo, de conservar el sillón que los tiempos están muy malos y no es cosa de tener que ir a las colas del INEM...
Dicen y afirman, en todos los foros en los que comparecen y sobre todo en los Medios afines - en los que no son pocos los que ya se tientan la ropa - que no existe crisis y si la hubo, cabaron con ella, pero en la calle la sensación es otra muy diferente y ya se sabe que cuando al personal se le ponen tiesas las orejas, malo pues la traducción suele encontrarse en las urnas. De todas formas, queda poco para comprobarlo.
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