jueves, noviembre 10, 2011

Iniciativas para la esperanza.

No está el sector vitivinícola jerezano muy boyante que digamos, en los últimos años y sin entrar en las causas que han  originado tal decadencia, que no es el objeto en concreto de este comentario, no cabe duda que de esta situación se deriva en buena medida la atonía industrial y económica en la que se debate actualmente nuestra ciudad.

Por eso, cuanto se haga para superar la crisis, cuanto pueda contribuir al relanzamiento de un sector que por historia, proyección nacional e internacional, volumen de negocio y prestigio han dado sin duda fama al propio nombre de Jerez, debe ser bienvenido y resaltado, como es el caso de proyectos innovadores en torno a la vid y al vino tales como el emprendido por las Bodegas Luís Pérez y su hacienda Vistahermosa con su iniciativa enoturística y su producción de vinos tintos, tan poco habituales en el marco del jerez y que tan excelentes resultados están deparando a quienes se han atrevido a adentrarse por ese camino...

Si a ello se une la gastronomía de la zona, la innovación culinaria representada por desarrollos hosteleros como el que supone la empresa Alta Cazuela, nacida del veterano y bien ganado prestigio del Bar Juanito, liderado por Faustino Rodríguez, naturalmente el maridaje - empleemos el término de moda - resulta perfecto y una puerta a la esperanza para la recuperación del sector turístico jerezano que tanto tiene para ofrecer a propios y extraños, lo que viene a demostrar que cuando existen iniciativa e imaginación todo es posible, por muy inquietantes que puedan ser las previsiones de futuro.

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