Se las puede ver, por todo Jerez, con su farol en la mano, incluso a la grupa de una moto, camino de su casa, tras pasar por San Juan de Letrán. Muchas veces, hasta con el hatillo de ropa bajo el brazo, que también hubo que recogerla en la Casa de Hermandad, para poder salir en "la noche de Jesús", acompañando al Nazareno...
Son las Hermanas de Jesús, las valerosas mujeres, abnegadas y fieles a su devoción secular por la que tantas veces fueron criticadas, vejadas incluso por muchos que entre ellos se llaman también hermanos, pero que nunca han renunciado a salir en la madrugada, portando el tradicional farol con que integran el cortejo de la Hermandad de la que son parte y esencia; esa corporación que ha sabido mantener, como ninguna otra, la verdadera tradición cofrade de nuestro pueblo.
Y esa luz que llevan, delante del Nazareno, por las calles de Jerez como indicándole el camino, esa luz titubeante a veces, que parpadea cuando el viento arrecia, que en alguna ocasión se apaga pero que enseguida es prendida otra vez para que no reine la oscuridad, es sin duda la luz de una fe incomprendida pero real, firme y profunda, sincera y espontánea que nace de las vivencias que de generación en generación se han transmitido de padres a hijos y que algunos, incluso eclesiásticos - no se sabe muy bien a título de que - se han permitido poner en entredicho...
Son las hermanas del farol, la tradición cofrade de Jerez hecha símbolo en quienes todos conocemos como las hermanas de Jesús.
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