Se puso de moda, hace algunos años y no hay aquí Radio que se precie, Televisión que se incorpore a la oferta, que no incluya en su parrila una Tertulia-debate, que a los españoles parecen deleitarles y cuyas opiniones, de lo humano y lo divino asumen como si de un dogma de fe se tratara, utilizando los argumentos de quienes participan en ellas - por Tertulianos se les conoce - como verdades irrefutables para la gobernanza y la vida de España y sus ciudadanos...
Claro que esta proliferación de foros audiovisuales, frente a aquellas antiguas tertulias en las que intervenían personajes de verdad y no de cartón piedra, en las que se hablaba de asuntos culturales, sociales y a veces políticos, ha traído, por desgracia, esta barahúnda en la que todos hablan, y saben de todo y comentan cualquier asunto y entrecruzan su palabra para que finalmente no quede muy claro al que escucha nada de lo que han tratado.
Digo esto ya que esa es la sensación que a uno le queda cuando sintoniza cualquiera de las tertulias radiofónicas y televisivas en las que, sin ir más lejos y como ejemplo de lo que digo, se ha podido escuchar hace tan solo dos días, a primera hora de la mañana - y no cito la emisora por un elemental sentido de la discreción - que el Gobierno tendría un buen dato con la bajada del paro, informándose tan solo unos minutos después, en uno de los boletines horarios de la misma Radio, que la cifra de desempleados en España había vuelto a subir en algo más de treinta y cuatro mil personas, en el mes de marzo...
Rigor, que se llama la figura.
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