Según un estudio elaborado por el Banco Central Europeo, el pasado mes de septiembre, España es en cuanto a competitividad, el penúltimo país entre los doce Estados de la Unión Eueopea examinados por el referido organismo, situándose en este ranking tan solo por delante de Portugal, debido - esas son las razones aducidas - a su desventaja tecnológica e institucional...
Este estudio, nada favorable por cierto a nuestro país, se basa en una investigación de ciento cincuenta mil firmas de las doce naciones europeas antes aludidas que permite clasificar a estas en función de la competitividad general, que refleja el acceso a los mercados internacionales, por una parte, y la competitividad de sus trabajadores que depende básicamente de la capacidad de producir a bajo coste así como de factores institucionales, situándose en esta teórica clasificación en primer lugar Bélgica, seguida de Finlandia, Holanda y Alemania.
Este estudio, al que hacemos referencia, señala igualmente que hasta 2007, entre aquellos paises que se incorporaron al Euro en 1999, España ha acumulado una pérdida de competitividad superior al catorce por ciento, la segunda más alta de todos los paises estudiados, en este caso tras Irlanda que aún se encuentra en peor situación que nosotros...
Es decir, que a pesar del avance cuantitativo de nuestra situación económica, que a pesar de lo que hablamos de estar entre las diez - ocho, dicen algunos - economías más florecientes del mundo, queda un largo y difícil camino por recorrer para que podamos sentirnos satisfechos.
Y ahí están los datos para corroborarlo...
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