miércoles, octubre 29, 2008

En la muerte, la misma dignidad.

Un amigo e incansable investigador de temas culturales y especialmente en todos aquellos casos relacionados con Jerez, acaba de enviarme a través de Internet una hoja del diario "Ayer", fechada en el ya lejano año 1942 en la que, bajo el enunciado general "los mártires de la cruzada" y el título "en abril se axhumarán varios centenares de cadáveres", se da cuenta, desde Madrid, que en el citado mes "se procederá, por la causa general de Madrid, a la exhumación de varios centenares de cadáveres de martires de la Cruzada, asesinados por los rojos, que se encuentran enterrados en zanjas abiertas en el campo del término municipal de Boadilla del Monte, con el fin de trasladarlos al lugar sagrado..."

Y dicha información me ha llevado a reflexionar que si, en su momento, se hizo esto - que supongo extensivo a todas las ciudades de España - con los muertos de uno de los dos bandos contendientes en la terrible Guerra Civil, ciertamente lo justo sería, aunque hayan pasado mas de setenta años de aquel enfrentamiento fratricida, hacer los mismo con los del otro, muchos de cuyos restos siguen sin aparecer y a los que sus familiares no han podido rendirles el tributo que por supuesto merecen.
Como me dice mi comunicante amigo, "igualdad de oportunidades para todos los españoles" y yo añadiría que "en la muerte, la misma dignidad" para todos los seres humanos, de una ideología u otra, que por defenderlas acabaron perdiendo su propia vida, a veces en extrañas circunstancias y cuyos cuerpos quedaron abandonados en fosas esparcidas por no pocos lugares de la geografía española.
Y tal vez cumplida esta necesaria reparación, podamos enterrar de una vez por todas aquel conflicto y sus consecuencias, pasando la negra página de nuestra historia más reciente y situándonos ¡por fin! en el siglo XXI.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Andrés tiene usted más razón que un santo.

Andrés L. Cañadas dijo...

Gracias, pero es lo que pienso sobre este asunto.