Es lógico que a tenor del número de escaños obtenidos, del número de votos de la consulta anterior, de la fuerza de cada formación política, en una palabra, se realice el reparto de los tiempos de la presencia de cada uno de ellos en las antenas y las pantallas de las radios y televisiones públicas, cuando una campaña electoral se desarrolla.
Es lógico y normal que así se proceda, concediendo a cada cual la proporción de tiempo que con su representación parlamentaria se corresponde y que en función a eso mismo, se otorgue preferencia de mayor a menor en las comparecencias en espacios, programas y entrevistas con finalidad propagandística, para no adulterar lo que con su voto ha decidido el pueblo soberano.
Claro que de eso a lo que en realidad ocurre, hay un abismo que llega en casos concretos y especialmente en lo que a los informativos de la televisión o la radio se refiere a caer en un verdadero ridículo que roza lo esperpéntico.
Sin ir más lejos, en dias pasados hemos podido comprobar esto que antecede cuando en una referencia a la actividad electoral de la Coalición Andalucista hemos escuchado a una de sus representantes soltar una frase que lo mismo podía valer para un roto que para un descocido, es decir, sin sentido alguno - que desde luego lo tendría - pero que en la televisión publica andaluza se ha ocultado o, por el tiempo concedido a dicha información, absolutamente tergiversado, dejando en blanco al personal que quisiera escuchar los argumentos de dicha formación política.
¿Es esto repartir el tiempo con ecuanimidad?
¿Es esto contribuir a la equidad en el reparto de los tiempos electorales de cada Partido?
Pués al menos dejen que escuchemos frases coherentes, aunque se pasen algunos segundos de lo establecido, ya que de lo contrario más que contribuir a la Campaña, estos espacios lo que sirven es para terminar de cansar a los electores...
En esto también podría poner atención e interés el Consejo Audiovisual de Andalucía, tan aficionado a emitir documentos, y tratar de que los espacios de publicidad política, cuando toque, sirvan de verdad para algo más que para confundir.
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