Así lo proclama la liturgia del domingo de Resurrección y, desde el más absoluto respeto, quiere uno utilizar esta expresión católica, referida a Cristo resucitado, para congratularse - también este es motivo más que justificado para el gozo y la alegría - por el importante descenso en el número de víctimas de los accidentes de tráfico, durante la pasada Semana Santa, en que tal vez por las medidas adoptadas por la Dirección General de Tráfico, tal vez por que, por fín, el conductor hispano comienza a tomar conciencia de este auténtico drama de nuestro tiempo, la cifra de muertos ha bajado de forma muy significativa con respecto al año pasado...
Posiblemente en este positivo avance influyen desde los Agentes encargados de controlar la velocidad a la limitación de la misma en carreteras, autovías y autopistas, así como la sensible mejora de nuestro parque de vehículos y su obligada revisión periódica en las llamadas ITV, e igualmente los mensajes de advertencia, invitando a la prudencia, que desde todos los medios de comunicación se nos hacen llegar con bastante frecuencia y, de forma muy intensiva y especial, ante ocasiones como la comentada en este Blog de las llamadas vacaciones de Semana Santa.
Pero indudablemente tambien, y ese es factor determinante del descenso del número de accidentes y de víctimas, tanto heridos como fallecidos, en este avance por el que todos tenemos que felicitarnos, influye decisivamente el mejor comportamiento y la prudencia que, en general, puede observarse de un tiempo a esta parte en quienes se sientan al volante de un vehículo, a pesar de que sigan existiendo no pocos vándalos que van por la carretera avasallando y poniendo en peligro no solo su propia integridad física sino tambien la de los demás.
Así que confiemos que, por las buenas o por las malas, estos últimos - los cafres - acaben siendo aparcados por la autoridad, con la pérdida de su carnet en beneficio de todos nosotros.
Y esperemos también que el próximo fín de semana, con motivo del Campeonato de Motociclismo, en Jerez, estos últimos - los vándalos cafres - brillen por su ausencia y no tengamos que lamentar accidentes como los ocurridos el pasado año...
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