SMS, Blogs y Jornada de reflexión...

Las nuevas tecnologías está claro que, además de un avance, representan en muchos casos un reto para las normas y costumbres establecidas que se ven condicionadas por la utilización que de aquellas pueden hacer - y de hecho hacen - los ciudadanos, como ha quedado demostrado en ocasiones precedentes.

Sin ir más lejos, en los anteriores comicios generales los SMS funcionaron en toda España convocando ante las sedes del Partido Popular, tras la horrible matanza del 11-M sobre la que aún hoy día se discute, especialmente en los medios de comunicación, lo cual no pocos han entendido como una interferencia en el proceso electoral.

Si esto es así, es decir, si existe la posibilidad de movilizar a la ciudadanía a través, por ejemplo, de los mensajes entre teléfonos móviles, si desde un Blog puede hacerse proselitismo en favor de un candidato o de una formación política determinada en cualquier día y a la hora que sea, ¿que sentido tiene entonces la llamada "Jornada de reflexión", la víspera de una consulta electoral?

¿Acaso no sería más lógico, a tenor de la realidad que nos toca vivir, proceder a una reforma en profundidad de las leyes electorales, suprimiendo normas que hoy día tienen poco o ningún sentido? como esa llamada jornada de reflexión cuya única ventaja apreciable es que durante la misma los ciudadanos, los electores - los contribuyentes, no se olvide - se ven libres de la atosigante y poco útil presencia de los políticos candidatos en la radio, en la televisión, en los mítines o en las páginas de los periódicos para los cuales - curiosamente - parece no existir esa pausa reflexiva, ya que la víspera electoral suelen incluir en sus páginas la información de los cierres de campaña, celebrados precisamente la jornada anterior.

¿En que quedamos pues?

Lo dicho, reforma de las leyes electorales y cuanto antes, mejor.