Nada que ver, en estos comicios, la guerra de Irak, el chapapote del Prestige, en la costa de Galicia, el terrorismo de ETA, las declaraciones del ex presidente Aznar, o ciertas meteduras de pata del Presidente del Gobierno, ya que lo que aquí se juega, el 27-M, es la persona o las personas que sean capaces, en cada caso, de mejorar su ciudad, atender a los vecinos con la solución de sus auténticos problemas de baches, limpieza, seguridad, abastecimiento, transporte y todo cuanto en un pueblo pueden demandar sus habitantes...
Pero, erre que erre y todos a la vez, ya que en Andalucía parece que no hay otro problema que la corrupción urbanística de Marbella, aunque de ella no se enterara la Junta y el PSOE hasta hace bien poco y aunque el PP pactara en su época con el Alcalde Gil para controlar la Diputación malagueña, de lo cual unos y otros parecen no acordarse.
Y es que estas municipales y autonómicas, por decisión de los dos grandes partidos mayoritarios se han convertido, de hecho, en unas primarias y de esta forma se escamotea a los millones de habitantes de los pueblos y ciudades de España lo que de verdad les importa que no es otra cosa que todo aquello que pueda contribuir a hacer su entorno más habitable, más humano, más cercano en definitiva que es tanto como decir acceso fácil a la vivienda y que estas sean economicamente más asequibles, que las calles estén bien asfaltadas e iluminadas, que los suministros básicos - agua, luz, gas, teléfono - funcionen correctamente al igual que el transporte, los equipamientos deportivos, la atención social con dedicación especial a niños y ancianos...
En suma, ciudades mejores para todos y en ese empeño, los grandes temas de la Política nacional están de más, aunque se empeñen quienes, desde Madrid, marcan la pauta.
¿Tenemos nosotros algo que decir?
Desde luego, en las urnas...
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