Para que luego se diga. Y es que esto del oficio de la política, ya sea nacional, autonómica, provincial o local es que da para mucho. Ya lo dijo, hace algún tiempo, Esperanza Aguirre, que no llegaba con su sueldo a fín de mes y lo acaban de ratificar los Diputados - de todos los Partidos, por supuesto - que integran la Diputación Provincial de Cádiz, decidiendo una elevación de sus retribuciones y las de los altos cargos de casi nada; es decir, 1000 Euros al mes, o lo que es lo mismo, más de ciento sesenta y seis mil de las antiguas pesetas. Ya digo, pecata minuta".
Claro que lo que no contaban los señores Diputados gaditanos, de todas las formaciones políticas por supuesto, era con la protesta masiva, ruidosa y "cara a cara" de los funcionarios y empleados del organismo Provincial - por cierto, ¿se acabó el debate sobre la utilidad de esta tercera Administración interpuesta? - por semejante acuerdo retributivo, beneficioso para "sus" particulares bolsillos que parece haberles llevado a la posterior decisión de anular tan generoso incremento.
Pero el hecho está ahí, aunque se haya dado marcha atrás y es una muestra más del alejamiento de la clase política de la realidad en la que está instalada y de su progresiva tendencia a un reprobable "corporativismo" con el que la sociedad civil tendrá que acabar algún día so pena de reproducir usos y costumbres de regímenes que en nada se corresponden con la auténtica democracia.
Pero, de momento, esa es la cera que arde...
jueves, enero 18, 2007
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