Cantaba como los propios ángeles y por eso crearía escuela en el mundo flamenco de Jerez, especialmente por que de sus venas parecía fluir el cante de esta tierra, por excelencia, que el interpretaba como pocos y con una gracia peculiar.
Y es que José, "El Mono" - de la familia de los Vargas - si cantaba por derecho el fandango o la soleá, cuando lo hacía por bulerías ponía el mundo boca abajo, como más de una vez tuve la fotuna de vivir.
José era un flamenco - como a los gitanos les llamamos en Jerez - cabal. Y por eso gozaba de la admiración y el respeto de todos; de sus allegados y de los que solo tuvieron la oportunidad de escucharle cantar alguna vez, en los "Jueves Flamencos", en Festivales o en alguna de las Peñas, como la de "Tío José de Paula", que suspendería un acto en señal de duelo al conocer la noticia de su fallecimiento, o de verle saltar a la comba, sobre el escenario, con su inimitable versión del "cocherito lerén". De la gran familia flamenca de Jerez, que se sumó masivamente a su sepelio y de muchos que sin forma parte de ella conocíamos al genial artista ahora tristemente desaparecido.
José, que tanto cantaba a la Navidad - varias son las grabaciones que para la colección "Así canta nuestra tierra en Navidad" de Caja San Fernando realizaría "El Mono" - y que interpretaba la Saeta - muchas veces junto a su hermano Ángel - como pocos, ya no está con nosotros, pero seguro que en la Gloria lo han recibido con alborozo, pués estaban dándole vueltas a quién le cantaría al Niño estas Pascuas y ya lo tienen allí formando parte del Coro de los Justos.
Descansa en Paz, amigo.
lunes, octubre 16, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario