¿Como en Portugal?

Con su sentencia, el Tribunal Constitucional de Portugal acaba de sentar un precedente en el ámbito de la Uunión Europea, al anular las medidas dictadas por el Gobierno luso que recortaban las pagas extras de sus funcionarios y pensionistas e imponían nuevos impuestos sobre los subsidios de salud y desempleo, lo que representa en números redondo que las arcas públicas portuguesas dejarán de ingresar aproximadamente unos mil trescientos millones de euros, cantidad que a una maltrecha economía como la del país vecino la dejará en una situación todavía peor que la que viene padeciendo desde que fuera intervenido...

Al anunciar el acuerdo del referido Tribunal, su Presidente ha manifestado que "es la Ley la que tiene que adptarse a la Constitución y no al contrario" lo que sin duda abre un nuevo escenario en este tipo de situaciones que hoy día y por desgracia se están viviendo en no pocos países de la Unión Europea, entre ellos el nuestro y al considerar dicha sentencia el carácter retroactivo de la misma incrementa todavía mas sus consecuencias ya que todo lo retenido o percibido por las arcas públicas portuguesas desde principios de este año deberá ser devuelto a sus legitimos perceptores.

Queda ahora la duda si este pronunciamiento del Tribunal Constitucional de Portugal tendrá reflejo en algunos otros países o si servirá de punto de inflexión para que ciertos Gobiernos aplicados hasta las últimas consecuencias en mejorar su economía mediante incremento de impuestos, recortes salariales, supresión de beneficios sociales - sanidad, educación, etc. - y otras medidas similares a las que todo lo han apostado, olvidándose de que si no fluye el crédito la actividad económica se paraliza, aumenta el paro y se retrae el consumo, estarán dispuestos a reconsiderar su política de austeridad para que exista en necesario equilibrio entre moderación de gastos y recuperación...

Por eso tiene mucha importancia esta sentencia de los Magistrados portugueses que puede resonar en todo el viejo Continente como un eco de sensatez que se antoja absolutamente necesario.