La ilegal convocatoria para asaltar el Congreso de los Diputados, de la que oportuna y afortunadamente terminaron desmarcándose, además de Izquierda Unida y otras formaciones política, hasta lo que queda del llamado Movimiento 15M, que concluyó con una refriega entre manifestantes y fuerzas de la Policía y la detención de un buen número de antisistemas pretendía, según los mensajes que circularon por las redes sociales preferentemente o que tomaron forma de pancartas de protesta, nada mas y nada menos que acabar con el régimen y sustituirlo - no se sabe muy bien por qué - por algo nuevo nacido de la algarada callejera y no de las urnas lo cual, dicho sea de paso, es lo menos democrático que pueda imaginarse aunque quienes lo pretendían invocaban precisamente la Democracia para este levantamiento popular...
Pretenden algunos aquí, afortunadamente en apreciable minoría, implantar en España aquella llamada Primavera árabe que acabó con los gobiernos instalados en Tunez o en Egipto y que ha convulsionado otros regímenes del próximo y medio Oriente y cuyos resultados ya se han visto pues tras una aparente recuperación de las libertades y derechos públicos todo sigue mas o menos igual, aunque ha dejado sobre el asfalto de las plazas un significativo número de muertos que desgraciadamente se inmolaron aparentemente para nada.
Pero el hecho de que finalmente esta tentativa haya terminado, como otras anteriores, en fracaso no puede ocultarnos la gravedad de la misma y de ese claro intento de subvertir el orden y la leyes establecidas en una Democracia de la que los españoles mayoritaria y entusiásticamente se dotaron tras soportar una dictadura de cuatro décadas a la que, por lo dicho y hecho, estos iluminados parece que quieren llevarnos otra vez con sus mensajes cibernéticos contra los Políticos, la Política, el Jefe del Estado y cuanto se les ponga por delante...
Y es evidente que estos últimos tampoco, con su actitud y conducta, con sus políticas y determinaciones han hecho mucho para poner coto a semejantes antisistemas pero eso no puede valer de excusa para intentar enterrar por las bravas nuestra Democracia, por muy imperfecta que esta se nos muestre.
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