Esa es sin duda la pregunta que todos nos hacemos y que algunos, especialmente los dirigentes de los Sindicatos, se deberían hacer, dada la compleja y precaria situación en que la economía española se encuentra, dado el tremendo balance del paro, dada la coincidencia de que la reforma laboral aprobada unilateralmente por el Gobierno del PP es exactamente lo que ocurrió cuando el Ejecutivo estaba en manos del PSOE y teniendo en cuenta que los antecedentes de este tipo de convocatorias en la actual democracia española hablan claramente de fracaso, salvo en un par de las siete ocasiones precedentes...
Claro está que las organizaciones sindicales tienen perfecto derecho a tomar semejante iniciativa como protesta por lo que consideran un ataque frontal a las condiciones laborales y salariales de los trabajadores, como una amenaza a las garantías de las que hasta ahora han venido disfrutando, como una manera de llamar la atención y movilizar al conjunto de la población del país en favor de una modificación de la norma aprobada por el Partido Popular e incluso como una defensa de las prerrogativas de que vienen disfrutando los Sindicatos, pero ello no impide que desde un análisis que pretende ser lo mas objetivo posible uno deba manifestar su opinión de que estas convocatorias no siempre deparan los resultados positivos que se dicen buscar con ellas. Es mas, suelen restar mas que sumar.
Pero ya digo, en su derecho están aunque tal vez lo que todos - Gobierno, oposición, sindicatos, organizaciones empresariales - debieran buscar es tratar de alcanzar un acuerdo al menos de mínimos que evitara que el día 29 - el tufillo electoral es inevitable teniendo en cuenta que días antes están convocados a las urnas los asturianos y los andaluces - España se paralizara, añadiendo más pérdidas a nuestra maltrecha economía...
Eso al menos es lo que parece apuntar la declaración de dirigentes del PSOE que con la boca pequeña han manifestado no estar al lado de la convocatoria de huelga, aunque en muchos de sus mítines y manifestaciones públicas hayan insinuado la oportunidad de la misma.
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