sábado, marzo 17, 2012

Ocho años ya.

Ayer, día 16 de marzo, se cumplieron ocho años del fallecimiento en Sevilla de quién fuera primer Obispo de Jerez, monseñor Rafael Bellido Caro, que durante su largo episcopado en la ciudad y su diócesis, además de los que como Obispo Auxiliar de Sevilla con dedicación especial a la Vicaría jerezana, estuvo entre nosotros, dejó una inolvidable huella como Pastor por su entrega, su sencillez, su dedicación a los mas humildes y necesitados, por su aureola de santidad en una palabra...

Ocho años ya de aquel fallecimiento, tras sufrir con abnegación y en silencio un progresivo deterioro de su salud, que a todos nos produjo profunda consternación y que ciertamente significó un antes y un después en la Iglesia jerezana  a la que, como ya queda dicho, sirvió con entrega absoluta contribuyendo decisivamente a la puesta en marcha y consolidación de una nueva Díocesis creada por el Papa Juan Pablo II a instancias y por especial empeño de quién fuera Cardenal Arzobispo de Sevilla, doctor don José María Bueno Monreal, que entendió con clarividencia la necesidad de que esta zona de la provincia de Cádiz, con cerca de medio millón de fieles potenciales, tuviera una atención pastoral cercana y directa, tarea que encomendaría a don Rafael, consagrándolo como Obispo en su natal Arcos de la Frontera.

Sería precisamente entonces cuando don Rafael, dando una prueba directa de su forma de ser y entregarse, de su espíritu libre puesto en las manos de Dios, pronunciara aquella frase "Dejadme ser Obispo a mi manera", - título precisamente de su biografía - que causaría no poco escándalo entre todas esas personas a las que le gusta tomar el rábano por las hojas ya que no entendieron, ni mostraron tampoco el menor interés por ello, las palabras del joven miembro del Episcopado y las malinterpretaron, algo además que acompañaría siempre al primer Obispo de Jerez durante toda su vida, especialmente por parte de  quienes no supieron nunca entenderle...

Pero sigue vivo su recuerdo, aunque pocos fueran anoche a la misa en sufragio por su eterno descanso.

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