Carta a SS.MM. los Reyes Magos...

Majetades:

No voy a pediros juguetes, ni golosinas, ni regalos que ya bastante tenéis con complacer los millones de peticiones que los niños de todo el mundo os habrán hecho llegar por mil medios diferentes: los Visires, los Carteros Reales, los Pajes de multitud de Grandes Almacenes, comercios de toda índole, Asociaciones de Vecinos, Hermandades y entidades recreativas y culturales, que en esto de pedir, parece como si un resorte mágico los activara  a todos ellos con la llegada de la mágica noche del 5 de enero...

Por eso, ya digo, ni juguetes, ni golosinas ni regalos varios os pido. Tan solo quiero suplicaros, en beneficio del común de los españoles, que acabéis con el paro que asola a nuestra Nación; que pongáis de una vez por todas fín al terrorismo etarra; que sembréis la vida española de honestidad, transparencia, ejemplaridad de cuantos detenten un cargo público, libertad, justicia, democracia real, solidaridad y paz; que impulseis la voluntad de nuestros políticos para reformar definitivamente la educación, la justicia, la legislación laboral y las leyes por las que se rige nuestro sistema electoral y que pongáis fin a la demagogia y el enfrentamiento.

Y de paso, que a vuestro paso dejéis una estela de generosidad que haga posible que aquellos que menos tienen, aquellos que pasan hambre, los marginados de nuestra sociedad encuentren por fin no solo el calor de una mano tendida sino la ayuda que su situación demanda con urgencia...

Esa es mi petición, Majestades, ahora que estáis llegando a nuestra ciudad y a nuestras casas.

Sed bien venidos.