Mayo, el mes de mayo próximo, se ha convertido en referencia obligada, en promesa repetida, en objetivo a cumplir y uno supone que no es por tratarse del llamado mes de las flores, ni mucho menos - ¡que hasta ahí podíamos llegar en un Estado en el que el laicismo se ha convertido en doctrina! - por llamarse el Mes de María, si no por estar prevista la celebración de elecciones municipales en España...
¿O acaso no es por eso?
Y es que políticos de todas las ideologías, declaraciones de aquellos y de estos y hasta los de más allá, prometen aperturas de museos, arreglos definitivos de carreteras que llevan mas de un año de retraso en el plazo fijado para su terminación, abono de viejas deudas, conclusión de restauraciones paralizadas desde no se sabe ya cuanto tiempo, pagos puntuales de salarios y solución de mil y un problemas, que hay que incentivar al personal para que acuda a depositar su voto y si es para los míos, mejor que mejor.
Vamos, rosario - con perdón - de declaraciones, de palabras vacías, de anuncios que se quedarán, como tantas veces ha pasado, en la nada más clamorosa, que hay que vender el producto para tratar de seguir trabajando en favor del pueblo...y de paso, cobrando una paguilla...
Esa es la clase política que tenemos y eso es lo que nos espera en los próximos meses, precisamente hasta que el mencionado Mayo llegue y pasada la convocatoria electoral, hasta luego, Lucas y si te ví, no me acuerdo.
Y eso es lo que hay, como dice un buen amigo mío...
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