Que el solemne acto de presentación de Cartas Credenciales de un Embajador ante el Reino de España sea interrumpido, momentáneamente, por el sonido de una llamada al teléfono móvil del Rey no deja de ser una anécdota desde luego simpática, sobre todo si el politono del teléfono del Monarca es la risa de un bebé y el propio Jefe del Estado se lanza, entre los fotógrafos, para acallar sonido tan original y en ese instante inoportuno, que desde luego deja al descubierto su pasión por sus nietos y con ello su indudable rasgo de humanidad y sencillez...
Claro que lo que ya no resulta tan gracioso y tiene un punto de inexplicable es que nadie de los que rodea al Rey de España, el personal que le acompaña a todas partes, no esté pendiente de estas pequeñas cosas para evitar el lógico sobresalto del Monarca al sonarle inesperadamente su teléfono móvil.
Como tambien resulta bastante inexplicable y hasta pone en entredicho el funcionamiento de su Secretaría, que un gracioso locutor de una emisora de radio catalana, simplemente por decir que llamaba en nombre del señor Mas - que curiosamente desde Cataluña con respecto a España no suma sino resta - tenga acceso directo al despacho del Jefe del Estado y pueda pretender gastarle una broma, de dudoso gusto, que además de circular por Internet, ha sido aireada a los cuatro vientos...
Y es que nos gusta - y así es sin duda el personaje - un Monarca sencillo, cordial, accesible y humano, pero quienes están en su entorno están obligados sin duda a preservar a la mas alta magistratura de la Nación de politonos imprevistos y desde luego de ser objeto de chanza por parte de cualquiera que desee hacerse el gracioso con un micrófono en la mano.
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