Cuando hubo que elegir sede para el mundial del 2018, al que habían presentado su candidatura España conjuntamente con Portugal, ni caso que nos hicieron los capitostes de la FIFA que pasaron olímpicamente - nunca mejor dicho - de nuestra propuesta y le adjudicaron el regalo a Rusia, que ya se sabe que el dinero manda mucho...
Y si algo faltaba para confirmar el cariño y la consideración que la Federación Internacional de Fútbol Asociación nos tiene, en la designación del Balón de Oro de este año, al que por cierto concurrían tres jugadores de un equipo español - el Barcelona - naturalmente el galardonado fué el único de los jugadores que no tiene nuestra nacionalidad, aunque nadie duda de su extraordinaria calidad.
Vamos, que el hecho de haber conquistado nada menos que un mundial del deporte que precisamente rige la FIFA, de que a las distintas candidaturas de estos premios concurrían el entrenador Guardiola, nuestro seleccionador, Del Bosque y dos de los jugadores que conquistaron semejante gloria, uno de ellos autor del gol que nos dió el triunfo, por lo visto no ha tenido el menor valor para dicho organismo que ha pasado de España y sus representantes.
Total, un ninguneo en toda regla...
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