viernes, diciembre 03, 2010

Todo un chantaje.

La repentina enfermedad de gran número de Controladores aéreos, que ha paralizado practicamente los vuelos de las distintas compañías que operan en nuestros aeropuertos, es sin duda todo un chantaje, que repercute directamente en miles de viajeros - naturalmente también en la cuenta de resultados de dichas compañías -, que abunda en el creciente desprestigio de España ante el mundo y que, por muchas razones laborales que quieran aducir los mencionados profesionales, resulta ciertamente inadmisible...

Desde luego no se puede ignorar, ante esta huelga salvaje encubierta, la inoportunidad del Gobierno al aprobar, precisamente en la víspera del puente de la Constitución y la Inmaculada, la privatización de AENA y consiguientemente la regulación de la jornada laboral de los referidos Controladores, establecida en 1.670 horas anuales y la obligatoriedad, por primera vez, de cubrir hasta 80 horas de carácter extraordinario, motivos tras los cuales podría encontrarse este virus repentino que afecta a dichos encargados del control del tráfico aéreo de los Aeropuertos de Madrid, Palma de Mallorca y Menorca y que ha obligado a cerrar nuestro espacio aéreo y que, durante el puente, de prologarse esta situación dejaría literalmente tirados a unos cuatro millones y medio de viajeros.

Pero aún así, a pesar de esta falta de previsión sobre las consecuencias de las medidas aprobadas en relación con AENA, del Ejecutivo presidido por Zapatero, no tiene disculpa que los Controladores traten de solucionar sus problemas laborales causando un daño indudable a terceros, es decir a los viajeros de las diferentes Compañías aéreas que en modo alguno deben ser los paganos de esta situación. Y es que además no es la primera vez que lo hacen.

Así es que algo se debería acometer, por parte de los poderes públicos, para que situaciones similares no volvieran a repetirse en nuestro país y para que colectivos - como el que nos ocupa - que por su actividad, en situaciones semejantes, tienen la sarten por el mango, no pudieran en adelante defender sus legítimos intereses haciendo pagar las consecuencias a terceros...

Y si se creó la Unidad Militar de Emergencias para casos en que se requiere una actuación rápida, extraordinaria y eficaz, ante contingencias imprevistas,  tal vez habría que pensar en establecer unos mecanismos que pudieran responder a los virus de controladores, pilotos, ferroviarios y un largo etcétera...

El camino ya lo marcó hace años Mister Ronald Reagan, claro que en Estados Unidos. Y no me hablen de conservadurismo, derecha extrema, fachas y demás perlas del argumentario progre, pues de lo que se trata es de abordar los problemas con decisión y oportunidad.

Y este lo es, y de los gordos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Andrés: necesito contactar contigo de forma privada, sobre asunto del que has tratado con R. Plaza.
Mi mail
pacoaguilar1@gmail.com

Andrés L. Cañadas dijo...

Te contesto por e-mail.