Naturalmente la presunción de inocencia naturalmente que es preciso otorgarsela a cuantos se hayan visto encausados en esta operación llamada "Galgo" con la que se ha puesto al descubierto - casualmente coincidiendo con una situación apurada del Gobierno - una trama de posible dopaje en el atletismo español y en la que aparecen implicados destacados personajes de dicha disciplina deportiva que, naturalmente, han negado su posible culpabilidad...
Y ya digo, hasta que no se demuestre, nadie es culpable, aunque desde luego si es preciso deplorar simplemente la posibilidad de que en cualquier actividad humana y por supuesto mucho más en el deporte existan personas que puedan prestarse a fomentar prácticas que además de ser delictivas sirvan para que alguien - o ellos mismos - pueda ganar una competición fraudulentamente, privando a otros competidores de su recompensa, tal vez mucho más merecida.
Por eso hay que rechazar a los tramposos y denunciarlos y erradicarlos del mundo del deporte, en este caso y como ya queda apuntado en cualquier otra actividad ya que los ventajistas son sin duda un cáncer en toda sociedad que se precie y que quiera ser honesta.
Sobre todo no puede admitirse que sirvan de modelos para todos y especialmente para los más jovenes quienes así se comporten...
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