De las inundaciones en Ecija, como consecuencia del desbordamiento del río Genil y, sobre todo, por las reiteradas - hasta en cuatro ocasiones - del arroyo Argamasilla que han dejado la bella población sevillana hecha unos zorros y que han causado cuantiosos daños en viviendas y enseres de centenares de habitantes del pueblo, alguien - si hubiera decencia en este país - debería responder...
Deberían responder los políticos, por su incompetencia para resolver un problema que no es de ahora, que viene ocurriendo desde hace muchos años y al que no han sabido encontrar solución. Deberían responder los técnicos por su falta de visión o de previsión a la hora de soterrar el comentado arroyo Argamasilla, sin tener en cuenta que el barro, la suciedad, las ramas de los árboles y muchas cosas más podían terminar provocando un tapón que fuera la causa del desbordamiento. Debearían responder los organismos locales, provinciales y autonómicos encargados de la regulación del caudal de los ríos, en dicha ciudad, en la provincia de Sevilla y en nuestra Comunidad por no haber planificado adecuadamente estas situaciones...
Ya digo, alguien por las reiteradas y graves inundaciones de Ecija debería responder, ya que lo que no es de recibo es que los responsables de esta auténtica catástrofe se vayan de rositas.
Lo que no vale es culpar a las fuertes lluvias o a la conjunción de aguaceros rorrenciales con el desembalse - necesario por otra parte, a veces - de los pantanos. Eso es querer echar balones fuera y eso ya lo tenemos muy visto y no cuela...
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