Por lo dicho, en su momento, no la había. Vamos, algo así como se decía cuando uno tomaba una copa de más - negación de la evidencia / exaltación de la amistad / cantos regionales -. España estaba libre de la crísis económica que afectaba a medio mundo - y al otro también - y que nada había que temer por ese motivo...
Pero ahora, tras pasarlas canutas los dos últimos años, por lo visto si hay crísis y, encima, - toma del frasco, Carrasco - nos quedan por lo menos, en afirmación de quién debe saberlo, que para eso preside el Gobierno de esta Federación de intereses contrapuestos que es nuestro Estado de la Autonomías, cinco años para poder salir de ella y volver a una relativa prosperidad.
¿Pero en que quedamos? ¿Había crísis en España o no la había...?
Y a lo mejor preguntando a cuantas personas acuden diariamente a los comedores de caridad, a cuantos no tienen un mal trabajo que llevarse a la boca, a los pensionistas que deben soportar con su menguada paga mensual de jubilación el sostenimiento de hijos y nietos que se han refugiado en el socorro paterno para poder comer y seguir pagando la hipoteca de la casa que se compraron por aquello del Estado del Bienestar, a los miles de jóvenes sin la menor perspectiva laboral, podríamos encontrar rapidamente la respuesta...
Y es que algunos estarían mucho mas guapos callados en lugar de ponerse a hacer previsiones de futuro, en las que (casi) nunca aciertan.
Ya es mala pata, ¿verdad?
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