sábado, noviembre 06, 2010

Bienvenido, Santidad.

Como ahora unos cuantos, especialmente en Barcelona y en Compostela, se dedican a manifestar su protesta por la llegada del Papa Benedicto XVI a España, para visitar la tumba del Apóstol en su Año Santo y bendecir la soberbia obra de Gaudí, la Sagrada Familia, en la ciudad condal, en uso de mi libertad - consagrada en la Constitución - quiero, desde este Blog, dar la más cordial bienvenida a Su Santidad...

Decirle que es un gozo, para la inmensa mayoría de los españoles y singularmente para los creyentes que venga a dejar su mensaje de Paz y de Esperanza en nuestra tierra. Que desde aquí, su palabra y su testimonio irradien al mundo y que junto a quienes nos manifestamos seguidores de Jesús de Nazaret son también miles los españoles, no creyentes pero con sentido del respeto y de la hospitalidad, los que igualmente lo reciben con los brazos abiertos.

Y eso no impide que quienes vociferan y sacan pancartas, mezclando churras con merinas  - que por lo visto han aprendido ahora a distinguirlas por un anuncio de la televisión - puedan mostrarle su rechazo pero que para nada representa la voluntad mayoritaria del pueblo español que se siente feliz con la presencia de Benedicto XVI entre nosotros. Frente a la intransigencia, la tolerancia.

Así es que ante el griterío sectario, quede aquí mi expresión de bienvenida al representante de Cristo en la tierra...

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