Mal está, desde luego, que quienes allí trabajan no cobren o lo hagan tarde, mal y nunca por problemas de financiación de la entidad en la que prestan sus servicios, pero mucho peor es el deterioro progresivo e imparable de una instalación que por su contenido, por su atractivo, debería ser uno de los referentes del turismo en nuestra ciudad, que de cerrar sus puertas los dejaría en el paro...
Hablo de los Museos de La Atalaya, con un emplazamiento inmejorable dentro de Jerez, donde se aunan el llamado "Palacio del Tiempo", popularmente conocido como el Museo de los Relojes y "El misterio de Jerez", un fantastico montaje audiovisual - precedido de una sala en la que se exhibe un interesante recorrido por el vino, su crianza, sus orígenes y cuanto ha supuesto y representa para la vida de la población jerezana, que tras algunos años de aceptable funcionamiento ha caído en un incomprensible e intolerable abandono, no se sabe muy bien si por el enfrentamiento de los patronos de la Fundación "Andrés de Ribera" que detenta la titularidad de la instalación, por una inadecuada promoción, por falta de recursos económicos o vaya usted a saber.
Lo cierto es que dicha instalación museística y sus trabajadores se encuentran en una situación insostenible, que demanda urgentes medidas ya que de lo contrario Jerez y los jerezanos corren el peligro de que finalmente y ante el lamentable estado en que se encuentran aquella y estos, se opte por un cierre que supondría una evidente perjuicio para la vocación de ciudad turística que desde hace algunos años trata de materializar nuestra población.
Así es que pónganse de acuerdo Diputación y Ayuntamiento, dejen las polémicas y los incumplimientos - que todos niegan - para otra ocasión y arreglen de una vez por todas el caos de estos Museos, que bien lo merecen...
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