Sería, por los años setenta, del pasado siglo, cuando el empeño, la ilusión y la entrega del Caballero rejoneador Álvaro Domecq Romero, de reconocida estirpe en el toreo a caballo, tuviera la feliz idea de crear, con un grupo de cualificados jinetes, aquel mítico espectáculo, que cruzó más de una vez las fronteras locales y nacionales, llamado "Como bailan los Caballos andaluces", cuando se sentarían las sólidas bases de lo que actualmente se conoce como Fundación de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, uno de los más destacados y atractivos referentes de Jerez y, sin duda, símbolo de la cultura ganadera de nuestra tierra...
Desde entonces, superando no pocas dificultades, atravesando algún momento en que tal vez se tratara de mezclar, por personas e instituciones ajenas a los principios fundacionales de dicho espectáculo - como en los rebaños - "churras" con "merinas", lo cierto es que aquel hermoso concepto de la doma de alta escuela, concebido a la jerezana manera, ha ido superando etapas y alcanzando un grado de desarrollo que, cada semana y durante todo el año, se ve respaldado por la presencia masiva en nuestra ciudad de centenares de turistas, venidos desde otros muchos puntos de Andalucía, para admirarse ante las evoluciones de jinetes y caballos sobre la arena del soberbio picadero con que dicha Institución cuenta en la Ciudad.
Pero además de los entrenamientos de los jinetes que integran la Escuela, del desfile semanal de Enganches, de la exhibición en suma, esta Fundación viene cumpliendo una extraordinaria función en la formación de determinadas especialidades en torno al mundo del caballo y cuanto con el se relaciona, que hace que su dimensión sobrepase con mucho el mero valor de un espectáculo para convertirse en un referente educativo de notable importancia y repercusión social.
Y uno que tuvo la suerte de vivir aquellos principios, en un Pabellón provisional instalado en el Parque González Hontoria, donde los caballos "bailaban" periódicamente, al compás de la musica de Falla, Albéniz o Granados y se dedicaban sesiones a todas y cada una de las Provincias andaluzas, no puede por menos que congratularse con esta magnífica Escuela con que hoy día cuenta Jerez y a la que acuden, cada año, miles de visitantes de todos los rincones del mundo...
De justicia es reconocer que eso, lo de ahora, se debe sin duda a Álvaro Domecq Romero.
2 comentarios:
Mucha categoría en esa escuela miarma, tela del telón, doy fe.
¡Un saludaso!
Gracias, Moe, por corroborar lo que ayer comentaba sobre la Real Escuela del Arte Ecuestre, opinión que es compartida por centenares de personas.
Y desde luego, categoría y arte, el de tu Bloig y el de Triana.
Un abrazo.
Publicar un comentario