La campaña emprendida por una de las llamadas Grandes Superficies existentes en España, de origen francés desde luego, nos ha puesto sobre aviso de que a partir de ahora no nos entregarán las habituales bolsas de plástico, para guardar en ellas nuestras compras, alegando razones ecologistas que determinados colectivos han defendido pero que otros han denunciado por inexactas y engañosas...
Y es que se dice, de las mencionadas bolsas, que no se pueden reciclar y que tardan en autodestruirse alrededor de cuatro siglos, vamos, cuatrocientos años , ofreciéndose como alternativa al consumidor-comprador en dichos Hipermercados bolsas de rafia que según nos acaban de contar por otro lado, se fabrican en extremo oriente, lo que nos lleva a suponer que habrán sido hechas por trabajadores con sueldos míseros y jornadas inacabables lo que se puede traducir en abaratamiento del precio para la firma que las propone como sustitutivas del plástico que, además, pretende cobrárnoslas.
Pero sea como sea, eso de privar al cliente de un objeto para poder transportar la mercancía adquirida, por mucha argumentación medioambiental que para ello se venda, no deja de ser un gesto que suena más a ahorro de costes - en este tiempo de crísis - que a verdadera implicación en la defensa de nuestro entorno y por eso es natural que se hayan empezado a alzar bastantes voces denunciando esta medida...
Claro que la mejor forma de rechazo de esta propuesta comercial, que habrá sido diseñada por algún experto en marketing, no es otra que la de cambiar de proveedor, que la oferta es amplia y variada. Veremos que ocurre si el cliente decide acudir a comprar a otro lado y si se mantiene ese celo por defender nuestro medio ambiente.
Veremos...
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