Desde luego que existen situaciones anteriores semejantes, que en su momento merecieron la reprobación y el castigo, pero lo sucedido la noche del pasado martes, durante el partido de fútbol entre el Madrid y el Getafe, transmitido en directo por la televisión, cuando un defensa del equipo de la capital de España "pateó" reiteradamente a un jugador del equipo contrario, supone sin duda un caso de violencia inaceptable, un ejemplo antideportivo lamentable que requiere evidentemente la máxima sanción para quién se comportó de forma tan irracional...
Y es que si no, en esta sociedad que se llama civilizada, estaríamos aceptando la Ley de la selva.
Por supuesto que, en fútbol como en otros deportes de equipo, se producen a veces situaciones tan censurables como la que ocupa nuestro comentario, entradas violentas, patadas, el llamado juego peligroso, choques entre jugadores, peleas a puñetazos, codazos que destrozan pómulos o parten cejas, pero eso de ir con saña a por un competidor y soltarle una patada a la altura donde la espalda pierde su honesto nombre y, luego, otra en toda la espalda, es algo que por incomprensible uno no puede asimilar y mucho menos aceptar por lo que, para ejemplo del conjunto de la sociedad y especialmente de los menores de edad, sería muy oportuno y conveniente que las autoridades federativas tomaran cartas en el asunto e impusieran una sanción equiparable al gesto al jugador agresor, que sirvieran además de advertencia clara para todo el colectivo que practica el fútbol en España.
Ya digo, no es la primera vez y mucho nos tememos que tampoco sea la última, sobre todo si el llamado Comité de Competición, de la Federación Española de Fútbol, no interviene imponiendo un castigo ejemplarizante para sancionar esta violencia inaceptable que se produjo la noche del pasado martes en el Estadio Santiago Bernabeu de Madrid, sin escuchar las disculpas, excusas, "cortinas de humo" que algunos, guiados por sus simpatías o por sus vinculaciones con el Club donde dicho jugador milita están lanzando desde entonces, buscando minimizar lo ocurrido...
Vamos, como si se hubiera tratado de un "pronto"...
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