En política no todo vale.

Desde luego no todo vale para alcanzar la victoria en una convocatoria electoral pero dada la situación de permanente confrontación política que vivimos en España desde que el Partido Popular ganara, con amplia mayoría, las últimas elecciones generales lo cierto es que en este recién estrenado año los ciudadanos deberemos aprender a no sorprendernos por nada ya que por un lado y otro las andanadas van a ser de auténtica traca pues parece no importar la verdad ni los argumentos rigurosos sino fomentar la demagogia, el insulto a veces velado otras a cara de perro que lo que importa es captar la atención de los votantes...

A esta lamentable situación desde luego contribuye la incertidumbre generada por el anunciado fin del bipartidismo, ese mal que algunos ahora han descubierto en España como si se tratara de la peste aunque en bastantes países del mundo sea el sistema elegido por sus ciudadanos para dotarse de representantes legítimos, que los sucesivos y a veces interesados sondeos han elevado a verdad evangélica y por supuesto la irrupción de movimientos asamblearios surgidos al amparo de aquel 15-M del que ya nadie parece acordarse como el origen de gran parte de lo que estamos viviendo ahora en nuestro país, corrupción aparte desde luego.

Pero ya digo, no todo vale y por supuesto el que algunos políticos se dediquen a utilizar el mal de otros para beneficiarse electoralmente en provecho propio ya que esa manera de actuar les descalifica como posibles representantes del pueblo al que solo acuden cuando quieren contar con su apoyo y del que, en bastantes casos, no suelen acordarse después cuando logran acceder a un cargo...

Así es que, por favor, seriedad, rigor, responsabilidad y cartas boca arriba para que sepamos a que atenernos a la hora de acudir a las urna