Ella, la actual presidenta de la Junta de Andalucía, es la que tiene las competencias para disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas en nuestra Comunidad y aunque se haya dicho hasta la saciedad que de anticipo, nada si las circunstancias así lo aconsejaran uno no tiene la menor duda - ya ha ocurrido en ocasiones precedentes aquí y en otros lugares de España -de que el Parlamento será disuelto y anunciada la fecha en que los andaluces deberemos acudir a las urnas para configurar una nueva mayoría de gobierno en la región en la que los socialistas, solos o en coalición primero con los andalucistas y ahora con IU, vienen ejerciendo el poder desde la instauración de la Democracia en nuestro país, es decir, ya varias décadas...
Para colmo ahora, factores ajenos a la política u obstinaciones ideológicas, podrían condicionar dicho anticipo ya que el deseo expresado por activa y por pasiva del vicepresidente-socio de gobierno por parte de Izquierda Unida de ir de visita a los campamentos del Frente Polisario y la negativa de la Presidenta de la Junta para que tal excursión se lleve a cabo por considerarla inoportuna e inconveniente, por un lado y el anunciado embarazo de la señora Díaz - a la que hay que dar por supuesto la enhorabuena por ello - por otro vienen a constituirse en motivos probables de ese comentado anticipo electoral.
Así las cosas, como quiera que en 2015 tenemos municipales, autonómicas y generales, nos enfrentamos a un año en que deberemos acudir a los Colegios electorales para depositar nuestro voto y otorgar la confianza a aquella formación política que merezca - si es que hay alguna, desde luego - nuestra confianza lo que además de un ejercicio de ciudadanía supone una prueba mas de la mayoría de edad de una Democracia asentada en la Constitución de 1978, aprobada mayoritariamente por los españoles y sobre la que se asienta el período mas largo de progreso y desarrollo de nuestro país, a pesar de sus miserias y carencias...
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