viernes, agosto 08, 2014

Una repatriación humanitaria...

Creo que fue el pasado jueves cuando, en un programa de radio de una de las Cadenas que tenemos en España escuché, en la hora dedicada a dar cuenta de los comentarios de los oyentes sobre las noticias del día, la opinión de una señora que a propósito de la repatriación de un religioso español afectado por el Ébola - enfermedad que la OMS ha declarado como emergencia de salud pública mundial - en resumen venía a protestar por el gasto de dicho gesto humanitario del Gobierno y añadía que ese dinero se podría haber empleado en arreglar el precario estado - según su particular visión del asunto - de la Sanidad madrileña, lo cual me dejó absolutamente perplejo...

Y es que la generalizada tónica de los políticos españoles de enmerdar la vida nacional con la habitual práctica de y tu mas referida al adversario ideológico, de contestar a la denuncia de sus propios problemas y debilidades partidarias achacándolo siempre a los demás y especialmente a quién gobierna - sea la derecha o la izquierda - ha llegado a tal grado de basura que nos inunda un olor nauseabundo que se concreta en las opiniones - toleradas y amplificadas por los Medios audiovisuales e impresos - de personas como la aludida señora, fiel expresión de un electorado aquejado por desgracia de un bajo nivel de formación, de un exceso de ideologización y de un afán de confrontación política permanente que le lleva a enjuiciar asuntos como esta acción humanitaria del Gobierno con dos ciudadanos españoles como un despilfarro en el gasto sanitario achacable, en este caso, al Partido Popular, cuyo Presidente ha calificado el gesto y muy oportunamente por cierto "como de sentido común".

Esta situación deviene, ya queda anteriormente dicho, del permanente lanzamiento de basura contra el adversario que por reiteración y por las ya expuestas limitaciones que afectan a buena parte de nuestra sociedad terminan por instalarse como verdades irrefutables entre no pocos de nuestros compatriotas y por tomar carta de naturaleza en la vida española especialmente cuando de las mismas se hacen eco - con el falaz argumento de la libertad de expresión - a través de su publicación en los Medios que con ello tratan de ofrecer una imagen de participación abierta y activa de sus usuarios cuando la realidad es otra muy distinta y el resultado, ya se ha visto: llenar de mierda páginas impresas y antenas...

Y eso es lo que hay.

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