¿Y quién pagará semejante agujero en las cuentas del Estado?. Esa, sin duda, es la pregunta que se formulan muchas personas - al menos las mas versadas en asuntos de la macro economía - pero a la que hasta la fecha solo se ha contestado, desde instancias del Banco de España y del Ministerio de Economía con evasivas o argumentos técnicos poco entendibles salvo claro está por los expertos en este tipo de asuntos y es que una deuda que rebasa el billón de euros y que viene a suponer casi el noventa y ocho y medio por ciento del Producto Interior Bruto - el célebre PIB - es algo que debe preocuparnos y a la que habrá que procurar urgente remedio si no se quiere que el país vaya a la quiebra...
Cuentan los muy entendidos que deuda elevada no tiene por qué ser sinónimo de país en situación de ruina ya que actualmente economías muy poderosas tales como las de Canadá, Japón o Estados Unidos alcanzan, respectivamente el ochenta y ocho, el doscientos treinta y siete y el ciento siete por ciento de su Producto Interior Bruto, pero es evidente que no por ello se puede ignorar el grave problema que para España supone arrastrar semejante lastre en su economía sobre todo si se tiene en cuenta que en este mismo año, entre enero y marzo la deuda española se incrementó en casi cuarenta mil millones, elevándose la deuda del conjunto de nuestras Administraciones Públicas a una cifra superior a los novecientos trece mil millones lo que podría acarrear una nueva subida de impuestos a los ciudadanos para reducirla.
Indudablemente, en los últimos meses, parecen vislumbrarse ciertos signos de recuperación de la economía española, que a punto estuvo de tener que ser intervenida por la Unión Europea, como Grecia o Portugal, pero esa leve mejora ni ha repercutido en los ciudadanos ni ha tenido influencia positiva en la recuperación del mercado de trabajo en nuestro país, donde las cifras del paro producen verdaderos escalofríos, paliados en buena medida por la llamada economía sumergida y desde luego por la solidaridad de las familias donde modestas pensiones están sirviendo de colchón para centenares de miles de afectados...
Así que ojo con la deuda que se ha triplicado desde el inicio de la crísis, mucho cuidado con la previsión de que a final de este año y según el propio Gobierno alcanzará nada menos que el noventa y nueve y medio por ciento del PIB y esperemos que el Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos asuman de una vez por todas la necesidad de ponerle coto a semejante situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario