Desde hace ya bastantes años en España se obliga a los propietarios de vehículos automóviles a pasar la ITV o dicho con la denominación completa del invento la Inspección Técnica de Vehículos que si ha sido criticada por el común de los ciudadanos, por tener que pagar cada uno o dos años según la antigüedad del suyo dicho servicio, lo cierto es que ha mejorado de forma notable la seguridad de cuantos circulan por nuestras calles y carreteras al retirar de ellas aquellos que no ofrecen la menor garantía para hacerlo por su estado de deterioro acumulado a lo largo del tiempo transcurrido desde que comenzaran a rodar por primera vez...
Es decir, que a pesar de las tímidas protestas - que a nadie le gusta tener que pagar algo - el conjunto de los españoles ha dado por bueno esta obligación que garantiza, en buena medida, que autobuses, camiones y coches que circulan en nuestro país reúnen las condiciones técnicas para hacerlo, siendo sometidos a este chequeo cada período de tiempo en que se calcula que deben ser revisados nuevamente para que el mal uso o el ya citado transcurso del tiempo no pongan en peligro la vida del propio conductor y, desde luego, la de los demás usuarios de la vía pública.
Y como lo que es adecuado es justo reconocerlo hoy el autor de este Blog quiere dejar constancia de que la medida del control de los vehículos en España a través de las inspecciones periódicas de las ya populares ITV no solo ha sido positiva desde su implantación sino que ha venido a incrementar de forma indudable la seguridad del tráfico y consiguientemente de cuantos salimos a la calle, bien como conductores habituales, bien como simples peatones...
Además como factor complementario, el obligado paso de nuestros coches por dicho servicio de control de su estado ha originado una actividad complementaria de tantos Talleres de reparaciones a los que uno tiene que acudir para la previa puesta a punto de los mismos, por si las moscas.
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