viernes, septiembre 13, 2013

Transparencia algo opaca...

Ciertamente que un proyecto de Ley de Transparencia que salga del Congreso de los Diputados con la clara negativa del PSOE y del resto de la Izquierda parlamentaria no es nada bueno y deja abierta la puerta en el futuro para que - como tantas veces ha ocurrido ya en nuestra Democracia, especialmente con leyes relacionadas con la Educación o el Mercado Laboral - otra fuerza política que acceda al Gobierno lo primero que haga es proceder a su anulación o, cuando menos, a su reforma y si esto es siempre negativo - un pasito adelante otro atrás y nunca avanzamos - en el caso que nos ocupa, que está directamente relacionado con el profundo malestar de los ciudadanos ante los constantes ejemplos de corrupción y abusos de la clase política y su anhelo de que se ponga coto de una vez a este lamentable estado de cosas, el problema adquiere dimensiones peligrosas...

Todo al parecer marchaba bien, en la tramitación de esta Ley - que todavía podría ser consensuada por los dos grandes partidos, en su paso por el Senado - pero a última hora, negativas del PP por el llamado caso Bárcenas y obsesiones del PSOE por el mismo asunto y la posibilidad de dañar definitivamente la imágen y la estabilidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy y sobre todo la tradicional y lamentable incapacidad de ambos partidos para actuar con verdadero sentido de Estado han dado al traste con un acuerdo que habría sido realmente importante para la regeneración democrática, tan necesaria como inaplazable.

Y es que semejante Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno es algo tan demandado por el conjunto de los españoles que su aprobación por mayoría, en la que ninguna de las grandes fuerzas políticas quede excluída, se hace poco menos que imprescindible ya que a partir de ella ninguna instancia del Estado, ningún acto político o administrativo, ninguna retribución o contrato relacionado con los dineros públicos, incluso muchas actividades privadas pero de repercusión social, debería quedar fuera de control y del conocimiento de la opinión pública, garantizándose de esta forma algo que por ahora llega a ser una utopía...

Pero ya digo, la aprobación por parte del PP y los partidos nacionalistas de este proyecto de Ley de Transparencia por el momento se ve envuelta precisamente en todo lo contrario: obscuridad.

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