Según he podido leer en un Confidencial un ciudadano británico residente en España, al parecer y según se cuenta en uno de los llamados Centros Sociales de Madrid, es quién ha desencadenado la campaña contra los Guardias Civiles, Policías Nacionales y Agentes de Aduanas que prestan su servicio en los controles de acceso a Gibraltar, provocando con ello que dichos funcionarios, hayan sido insultados, amenazados, vejados, simplemente por cumplir con su deber y las órdenes que hayan podido recibir de la Superioridad, lo cual no deja de ser, como mínimo, chocante...
Un ciudadano inglés, que por su vinculación con ese referido Centro Social, parece no tener su situación muy clara y mucho menos su ocupación en España que se permite la libertad de promover una campaña de acoso - escrache le llaman ahora algunos autotitulados periodistas bastante gilipollas y desconocedores de la inmensa riqueza de nuestro vocabulario por cierto - para defender la colonia gibraltareña y que finalmente ha tenido que ser detenido por la Policía tras seguirle la pista, informáticamente hablando, a través de la red que por lo visto utilizaba para dicho perverso fin desde uno de esos establecimientos llamados cibercafés.
Y sigue sin pasar nada. Y nos quedamos tan tranquilos sufriendo las consecuencias de una emigración de mochila y chanclas que encima se dedica a insultar a nuestras fuerzas del orden y a crear problemas donde no los hay, para dar rienda suelta a su patriotismo británico que lo es tanto y tan genuino que para ejercerlo se ha tenido que venir a esta España, en la que según uno de sus Parlamentarios los embajadores cargan burros de paja, donde le permitimos que en uso de su libertad de expresión se dedique a semejante felonía...
Así nos va. Esta es mi España, que cantaba Cecilia.
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