viernes, septiembre 20, 2013

El sentimiento por unos colores: Jerez Deportivo Fútbol Club

Que duda cabe que el fútbol mueve pasiones y que estos sentimientos son dificilmente clasificables desde la óptica habitual con que se suele analizar este predisposición de los seres humanos a identificarse con alguna actividad, con otras personas o con determinadas cosas ya que este deporte reune unas características que lo diferencian claramente de otras muchas actividades o actitudes con las que se suele encarar el acontecer diario y la demostración de ello se hace bien patente en el seguimiento de unos determinados colores, de un Club concreto o de ciertos jugares que llegan a gozar de la consideración de auténticos mitos...

Y algo de esto es lo que, evidentemente y tras el fiasco proporcionado por el Xerez Deportivo que llegó a alcanzar nada menos que un puesto en la primera división del fútbol español está ocurriendo en la ciudad de Jerez y entre sus aficionados al fútbol, al menos gran parte de ellos, que cansados de tanto especulador, de tanto salvador como ha desembarcado en este deporte de la mano de la parida de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, debida el inefable Secretario de Estado para el Deporte llamado Gómez Navarro, se han decidido a constituir un nuevo Club con el nombre de Xerez Deportivo Fútbol Club que en pocas semanas ha logrado contar con cinco mil nuevos socios y con el que están dispuestos a recorrer el largo e ingrato camino desde la segunda categoría provincial de dicho deporte hasta la anhelada meta de la Segunda División, sin descartar desde luego nada mas.

¿No es esto sentimiento? ¿Acaso no supone toda una muestra de fidelidad a unos colores históricos que han sido maltratados, pisoteados en aras de unos inconfesables intereses? Se trata de evitar que el Club de toda la vida , su brillante pasado y sobre todo su futuro quede en manos de quienes sobre unas acciones que ni se sabe donde están, ni de quienes son y que fueron posibles por la aludida Ley de Sociedades Anónimas Deportivas llegaron un buen día, tolerados por el entonces Alcalde como salvadores y que finalmente se han convertido en los sepultureros de un equipo que llegó a disputar, apenas hace un par de años, la Liga de las Estrellas...

Eso es sentimiento y apoyo a unos colores. Lo demás, el cuento de nunca acabar en el Fútbol español.

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