Hace unos días, en una de las salas de espera del Hospital del Servicio Andaluz de Salud, fuí testigo de una escena que por si sola explica el monocultivo político de que venimos disfrutando en nuestra región, ahora llamada autonomía y la permanencia, casi vitalicia, del mismo Partido al frente de esta tierra basada naturalmente en las sucesivas preferencias del electorado por dicha fuerza política y cuando no, en los pactos con andalucistas o con Izquierda Unida y por supuesto en algo mas que es lo que en este blog trato de contarles...
Estaba yo aguardando pacientemente mi turno, para ser recibido por el médico, cuando una señora ya mayor, de voz tonante y acento indudablemente pueblerino, hablando con otro señor que se encontraba a su lado, en voz alta le comentaba que había recibido una carta de esa... de la Delegada, si esa la que se llama María José Montero... y remataba su explicación: mas cariñosa. Me daba hasta un abrazo, supongo que refiriéndose a esas reiterativas circulares que de vez en cuando, especialmente los Pensionistas y también los usuarios del referido SAS, dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, recibimos en nuestras casas en la que nos venden las excelencias de cuanto hacen y nos ofrecen.
Y ante semejante conversación, que no pude evitar escuchar por el volumen en el que se producía, no tuve por menos que reflexionar sobre los niveles de conocimiento de muchos paisanos, su absoluto convencimiento de que quienes nos dirigen son algo así como los Reyes Magos - y encima hasta cariñosos - y que mientras una mayoría de electores andaluces piensen y se comporten así, cariñosamente tratados por sus políticos, ignorando cuales son sus derechos y que quienes rigen la política han sido puestos ahí por nuestros votos, la natural alternancia política, saludable y necesaria para el progreso de un pueblo, aquí es poco probable, por no decir imposible, con lo que ello supone...
Vamos, que tenemos el mismo gobierno para rato.
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